viernes, 16 de julio de 2010
Vos sos tu propia maestra Ana M. Desirello
Ninguna persona puede recorrer tu camino ni hacerte ver cosas que vos no querés ver. Sos discípula y maestra a la vez porque dentro tuyo está la luz que te guiará.
Todas las técnicas del yoga mental tratan de despertar el maestro interior, apuntan directamente al centro mental para modificarlo y situarlo de tal forma que pueda ser oído. El verdadero maestro, la experiencia del Ser, se escucha una vez que la mente se purificó, no tiene prejuicios, y amplió la perceptividad de la conciencia.
Debés ser tu propia maestra y no pasarte la vida buscando a otra persona porque sos vos quien debe hacer el trabajo, el esfuerzo, para descubrir tu propia vía. Un maestro te va a poder ayudar siempre y cuando tengas ganas de recibir realmente ese apoyo, pero lo que aprendés de los demás tenés que tomarlo para encontrar tu propio lugar. El conocimiento y la compasión van a ser parte de tu vida y te van a conducir a la Conciencia Superior.
Cuanto más seria y sincera seas, más seria y sincera será la maestra a la que aspires ser. Siempre tenés que buscar la máxima autoridad en tu propio Yo y ser selecta. Si querés un cambio, maximizar tu vida interior y lograr el verdadero conocimiento, no podés escatimar en las energías para lograrlo. Incorporalo a tu vida cotidiana, ya que de ella también se aprende, por eso es conveniente vivirla concientemente, dejando de lado lo malo, la intolerancia, la violencia, el rencor y el odio.
La visión intuitiva o conocimiento supraconciente es el modo de expresión del maestro interior. El mismo intelecto tiene que comprender que debe suicidarse para dar paso a un conocimiento de orden superior.
Todo lo que te rodea te deja una enseñanza, desde las personas hasta los objetos, sólo depende de tu disposición a aprender: cuando hacés al maestro, te hacés a vos misma.
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