jueves, 30 de noviembre de 2017

Arnau de Tera

"Nadie puede entregarte el don que traes contigo,
eso solo puede hacerlo el silencio y tu espíritu.
Nadie puede mostrarte cual es el camino,
el camino lo crea uno mismo."

EL ALMA NO ES EL CUERPO, Mario Benedetti


Nos enseñaron desde niños
cómo se forma un cuerpo
sus órganos sus huesos
sus funciones sus sitios
pero nunca supimos
de qué estaba hecha el alma

¿será de sentimientos /
de ensueños / de esperanzas?
¿de emociones / de tirrias /
de estupores?

lo cierto es que / ignorada /
el alma arde en su fuego
tiene espasmos oscuros
punzadas de ternura
suburbios de delirio

¿será tal vez una inquilina
del corazón? ¿o viceversa?
entre ellos no hay frontera

¿o será la asesora
principal de la mente?
¿o viceversa?
entre ellas no hay disputa

¿o será capataza
de la pobre conciencia?
¿o viceversa?
entre ellas no hay acuerdo

el alma tiene hambres
y cuando está famélica
puede herir
puede armarse
de enconos o de furias

no hay que pensar que el alma
es un tul de inocencia
ajeno a los agravios
que sufren cuerpo y alma

en el alma se forman
abscesos de rencores
tumores de impaciencia
hernias de desamparo

el problema es que no hay
cirujanos de alma
ni siquiera herbolarios

el alma es un secreto / una noción
una nube que suele anunciar llanto
pero después de tantas búsquedas
de pesquisas inútiles
y de adivinaciones
nos queda apenas una certidumbre /
que el alma no es el cuerpo
pero muere con él

miércoles, 29 de noviembre de 2017

José Manuel Martínez Sánchez

«Desde cualquier plano la visión es exacta si los ojos miran la verdad del instante que surge. Se habla entonces del correcto mirar, de la visión o contemplación atenta. No hay otra comprensión que el comprender mismo de ‘lo que es’. Así, la flecha que lanza el arquero queda sujeta en el centro de la diana, ‘comprende’ la diana y su atención va directa a ella. Desde el momento en que apunta con el arco y lanza la flecha, ya ha visto, ha ‘aprendido’ la dirección de su intención. No es el arco el que apunta, no es la flecha la que realiza la acción, es la quietud atenta del arquero la que exhala el movimiento certero. 
“Transforma tu cuerpo entero en visión, hazte mirada”, expresó el poeta místico Rumi. 
Entonces la distracción, el temor, el mundo ilusorio, no pueden tocarte, porque todos los sentidos están puestos en la verdad que acontece, todo sirve a ello: al ahora.»
por José Manuel Martínez Sánchez

Photograph - Ringo Starr (Tributo personal a Harrison)



La cancion "Photograph" compuesta por George Harrison, Ringo Starr la interpreta en el "Concert for George" el 29 de noviembre del 2002, al igual que "Honey Don´t" , en el Royal Albert Hall, que en ese año se cumplia el primer aniversario del fallecimiento de George. La gente que estuvo presente, notó que cuando Richard cantó "Photograph" la cita "Everytime I see you face/ It reminds me all the places/ We used to go/ But all a got it´s a photograph/ And I realised you don´t come back anymore" las palabras cobraban otro sentido con la muerte de George.

«Photograph» es una canción del músico británico Ringo Starr, publicada en su álbum de estudio Ringo en 1973. Coescrita con George Harrison, antiguo compañero de The Beatles, y publicada como primer sencillo del álbum, la canción obtuvo un notable éxito comercial al alcanzar el primer puesto en las listas de sencillos de Australia, Canadá y los Estados Unidos y recibir una certificación como disco de oro por la RIAA al vender más de un millón de copias. Junto a su éxito comercial, «Photograph» obtuvo también buenas reseñas de la prensa musical, con Stephen Thomas Erlewine de Allmusic considerándola «entre las mejores canciones post-Beatles de cualquiera de los Fab Four».
La letra es una reflexión sobre un amor perdido, con lo que una fotografía es el único recuerdo del pasado compartido entre los protagonistas. Starr y Harrison comenzaron a escribir la canción en Francia en 1971, durante un periodo en el que el primero centró su carrera en el ámbito cinematográfico. «Photograph» fue grabada por primera vez a finales de 1971 junto a «Down and Out», utilizada como cara B, durante las sesiones del disco de Harrison Living in the Material World. Sin embargo, la versión finalmente publicada fue regrabada en Los Ángeles con Richard Perry como productor e incorporó elementos del «muro de sonido» de Phil Spector, con la presencia de varias pistas de batería y guitarra acústica, así como una orquesta y un coro. Además de Starr y Harrison, la grabación contó con artistas invitados como Nicky Hopkins, Bobby Keys, Jim Keltner y Jack Nitzsche. Starr grabó un videoclip como promoción del sencillo, rodado en su hogar de Tittenhurst Park.
«Photograph» ha aparecido en los álbumes recopilatorios Blast from Your Past (1975) y Photograph: The Very Best of Ringo (2007), así como en varios discos en directo junto a su All-Starr Band. 

Every time I see your face
It reminds me of the places we used to go
But all I've got is a photograph
And I realize you're not coming back anymore
I thought I'd make it
The day you went away
But I can't make it
Till you come home again to stay
I can't get used to living here
While my heart is broke, my tears I cry for you
I want you here to have and hold
As the years go by, and we grow old and gray
Now you're expecting me to live without you
But that's not something that I'm looking forward to
I can't get used to living here
While my heart is broke, my tears I cry for you
I want you here to have and hold
As the years go by, and we grow old and gray
Every time I see your face
It reminds me of the places we used to go
But all I've got is a photograph
And I realize you're not coming back anymore
Written by George Harrison, Richard Starkey • Copyright © Startling Music Ltd C/O Bruce V. Grakal

martes, 28 de noviembre de 2017

Aprende a disfrutar el presente, será lo que te acompañe el resto de tu vida

La clave de la felicidad parece estar relacionada con utilizar todos nuestros sentidos y prestar atención a la información que nos llega a través de ellos: desarrollar una consciencia presente y plena. Numerosos estudios de la Psicología positiva han puesto de manifiesto que el bienestar psicológico se alimenta de la capacidad de focalizar nuestra mente en lo que está pasando en el momento determinado en el que te encuentras.
Vivir el instante presente requiere un trabajo constante y progresivo de nuestra mente, una mente que no ha sido entrenada tiende por naturaleza a la dispersión. Vivimos para lo próximo que nos va a ocurrir, y esto nos lleva a numerosos desajustes emocionales.
Las personas somos frágiles cuando no paramos de hacernos preguntas sobre el pasado y el futuro, y somos fuertes cuando experimentamos sin miedo nuestro día a día.  El pasado y el futuro solo existen en nuestros pensamientos, por lo tanto, lo verdaderamente real está en el presente.

Vivir acorde al presente modifica nuestro cerebro



El Dr. Andrew Newberg, un neurocientífico de la Universidad Thomas Jefferson, y Mark Robert Waldman, un experto en comunicaciones, indican que vivir la vida enfocada en el presente puede cambiar nuestro cerebro. La palabra presente tiene el poder de influir en la regulación de la tensión física y emocional.
Cuando nos enfocamos solo en las tareas presentes, podemos cambiar la forma en la que nuestro cerebro funciona. Enfocando la vida de esta manera estaríamos potenciando el razonamiento cognitivo, el cual contribuye al fortalecimiento de las áreas de nuestros lóbulos frontales.
Utilizar palabras positivas enfocadas en lo que estamos realizando activa los centros de motivación del cerebro, conduciéndolos a la acción. En el extremo opuesto, cuando usamos palabras recordando el pasado o anticipándonos a lo que vamos a hacer, ciertos neuroquímicos como el cortisol, contribuyen a la gestión del estrés y la ansiedad.
Cuando utilizamos palabras negativas para recordar nuestro pasado se activa en nuestro cerebro el centro del temor, la amígdala. Cuando estas palabras se convierten en pensamientos se activa el miedo, aunque las situaciones que lo provocaron no estén presentes.
Los seres humanos estamos programados inicialmente para preocuparnos. Es parte de nuestro cerebro primitivo que nos protege de situaciones de peligro. De hecho, lo que hace 10.000 años era fundamental para nuestra supervivencia, en la actualidad sufre de un sobreuso que solo nos genera una angustia frente a lo que en la realidad aún no podemos actuar, porque aún no existe y hay probabilidades de que no llegue a existir nunca.

La felicidad solo podemos experimentarla en el momento presente

Podemos imaginar que algún día seremos felices o recordar periodos en que los fuimos, pero la verdad es que solo podremos serlo en el momento que estamos viviendo. Esto no significa que no tengamos que fijar metas ni organizar nuestras vidas, sino que hacerlo no debe trasformarnos en unos porcastinadores a la hora de sumergirnos en la realidad que nos rodea, ya sea para disfrutarla o para trasformarla.
Aceptar las cosas tal como son, sin juzgarlas y focalizándolas en nuestra mente en el momento presente, es una manera de controlar los pensamientos errantes que nos alejan  de la consciencia plena. Si no podemos evitar que surjan, al menos tenemos que dejarlos pasar cuando aparezcan, sin aferrarnos a ellos.
Recordad las circunstancias negativas del pasado disminuye nuestro entusiasmo, nuestro optimismo y, por tanto, nos agría el momento actual, limitando nuestro potencial y dispersando nuestra energía. Incluso los recuerdos de circunstancias positivas, si son recurrentes, afectan al gozo del momento presente, ya que conllevan un sentimiento de nostalgia, aquella idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
El presente es el único lugar en el que podemos actuar sobre la realidad, en el que nuestros días son realidades y donde encontramos las oportunidades. El primer paso para conectarnos a él pasa por controlar actos tan presentes y tan naturales como la respiración. Solo con este acto de consciencia nuestros sentidos se abrirán.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Sebastián Yatra - Devuélveme El Corazón

"Es triste ver la noche si no estás 
No puedo más 
No quiero más 

Te fuiste antes de tiempo sin hablar 
Sin explicar 
Y ya no estás 

Tú eras el amor de mi vida 
Mi causa perdida 
No quiero entender 

Devuélveme el corazón 
No quiero vivir así..."



Es triste ver la noche si no estás 
No puedo más 
No quiero más 

Te fuiste antes de tiempo sin hablar 
Sin explicar 
Y ya no estás 

Yo no sé si fue cobardía 
La culpa fue mía 
No quise entender 

Tú eras el amor de mi vida 
Mi causa perdida 
No quiero entender 

Devuélveme el corazón 
No quiero vivir así 
Devuélveme las promesas y la vida que perdí 

Devuélveme esa canción 
La que con sueños escribí 
Y llévate los recuerdos que me duelen más que a ti 

Y aunque yo te amé sin razón 
Devuélveme el corazón 

Contigo mi intención no fue ganar 
Mejor perder 
Que no intentar 

Por ti costaba tanto no llorar 
Pero querer 
Fue perdonar 

Yo no se si fue cobardía 
La culpa fue mia 
No quise entender 

Tú eras el amor de mi vida 
Mi causa perdida 
No quiero entender 

Devuélveme el corazón 
No quiero vivir así 
Devuélveme las promesas y la vida que perdí 

Devuélveme esa canción 
La que con sueños escribí 
Y llévate los recuerdos que me duelen más que a ti 
Y aunque yo te ame sin razón 

Sé que tu mirada se fue 
Que ya no será como ayer 
Que te olvidarás de mi voz 

Sé que nuestra luz se apagó 
Y aunque yo la quise encender 
No todo lo pudo el amor 

Devuélveme el corazón 
No quiero vivir así 
Devuélveme las promesas y la vida que perdí 

Devuélveme esa canción 
La que con sueños escribí 
Y llévate los recuerdos que me duelen más que a ti 

Y aunque yo te amé sin razón 
Devuélveme el corazón.

domingo, 26 de noviembre de 2017

Eduardo Galeano, "La canción de nosotros"

"Y me acordaba de cuando
rompíamos la máquina del tiempo
y nos queríamos siempre."


''Y pensaba en vos, Clara.Te veía olvidándome. Quería borrarte y que pudieras borrarme. No quería que me esperaras. Además, la libertad alcanzaba para ser feliz. Más, ya era abuso. Te había perdido, pero no me dolía. Si alguna vez me metían un tiro en la nuca, nadie se iba a quedar con un agujero demasiado grande en el pecho, y eso me dejaba libre. Pero me acordaba de cuando me decías: «Ya habrá tiempo para estar tristes. Años para estar tristes. Y toda la muerte, que es tan larga. Ahora no. No tenemos derecho». Y me acordaba cuando rompíamos la máquina del tiempo y nos queríamos siempre. '' 

Eduardo Galeano
La canción de nosotros (1975)

sábado, 25 de noviembre de 2017

Ernesto Sábato, El Túnel (fragmento)

"Sentí que ese momento mágico no se volvería a repetir nunca." 



Fué una espera interminable. No sé cuanto tiempo pasó en los relojes, de ese tiempo anónimo y universal de los relojes, que es ajeno a nuestros sentimientos, a nuestros destinos, a la formación o al derrumbe de un amor, a la espera de una muerte. Pero de mi propio tiempo fué una cantidad inmensa y complicada, lleno de cosas y vueltas atrás, un río oscuro y tumultuoso a veces, y a veces extrañamente calmo y casi mar inmóvil y perpetuo donde María y yo estábamos frente a frente contemplándonos estáticamente, y otras veces volvía a ser río y nos arrastraba como en un sueño a tiempos de infancia y yo la veía correr desenfrenadamente en su caballo, con los cabellos al viento y los ojos alucinados, y yo me veía en mi pueblo del sur, en mi pieza de enfermo, con la cara pegada al vidrio de la ventana, mirando la nieve con ojos también alucinados.
(...)
A veces volvía a ser piedra negra y entonces yo no sabía qué pasaba del otro lado, qué era de ella en esos intervalos anónimos, qué extraños sucesos acontecían; y hasta pensaba que en esos momentos su rostro cambiaba y que una mueca de burla lo deformaba y que quizá había risas cruzadas con otro y que toda la historia de los pasadizos era una ridícula invención o creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida. Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en túneles; y quizá se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad.
(...)
Yo no decía nada. Hermosos sentimientos y sombrías ideas daban vueltas en mi cabeza, mientras oía su voz, su maravillosa voz. Fui cayendo en una especie de encantamiento. La caída del sol iba encendiendo una fundición gigantesca entre las nubes del poniente. Sentí que ese momento mágico no se volvería a repetir nunca. -Nunca más, nunca más- pensé, mientras empecé a experimentar el vértigo del acantilado y a pensar qué fácil sería arrastrarla al abismo, conmigo. 
"

Hay que dejar ir lo que te duele aunque te duela dejarlo ir

El tiempo me ha hecho entender que dejar ir no es darse por vencido, que no es un acto de debilidad sino de fortaleza y crecimiento: porque aunque me duela dejarte ir comprendo que hay cosas que no pueden ser.
A lo largo de nuestro sendero vital hemos dejado muchas cosas atrás, nos hemos desprendido de escenarios, situaciones, de costumbres e incluso de personas. A día de hoy eres todo lo que dejaste en el ayer para conformar un presente más auténtico, aunque ello haya implicado bastante sufrimiento.
Asumir que vivir es muchas veces cortar vínculos y dejar vacías nuestras manos de lo que antes nos colmó de alegrías y esperanzas es sin duda algo doloroso. No obstante, cuanto antes lo asumamos más preparados estaremos para superar estos instantes, estos cruces de caminos donde mirar atrás es “apegarnos” a lo que no puede ser.
Vivir de nostalgias puntuales enriquece e inspira, pero sobrevivir de forma perpetua del recuerdo y lo que dejaste ir, lejos de permitirte crecer, te encalla y erosiona como esas rocas embestidas una y otra vez por el dolor del oleaje.
Libérate, avanza y asume lo vivido como quien conserva un tesoro preciado: te enriquece por dentro y te ayuda a tomar el camino más indicado, ése donde se abre el equilibrio, lo que de verdad debe ser para ti.

Hasta lo que antes fue bueno puede de pronto dejar de hacerte el bien, para traerte sufrimiento, y hasta quien dice quererte, puede dejarte ir día a día un poco más, como quien va arrancando los pétalos de una flor hasta de dejarla desnuda con sus espinas.

Dejar ir ciertas cosas para que otras mejores nos alcancen

En ocasiones, lo que dejamos ir fue algo en lo que confiamos en su momento y que en muchos casos, nos hizo feliz. Las alegrías, el amor y la esperanza de antaño explican el dolor de ahora, y la dificultad por tener que desprendernos de esa persona o esa situación.
En realidad, no es fácil asumir eso que nos dicen tantas veces de que la vida es dejarse llevar, permitirse fluir sin evitar la resistencia. ¿Cómo conseguirlo? Las personas necesitamos seguridad en el día a día, y necesitamos también que quien nos quiera hoy, nos quiera del mismo modo mañana.
  • El acto de dejar ir implica un gesto de valentía y de autoconocimiento. Es necesario saber percibir dónde están nuestros límites y qué es aquello que de verdad queremos para nosotros mismos.
  • Somos conscientes de que nadie tiene la felicidad garantizada en la palma de su mano, sin embargo, tenemos derecho a entrelazar, en un momento dado, nuestros dedos en otra mano que nos colma de emociones, y que de algún modo, nos ha de ofrecer bienestar.
  • Si ese compañero o compañera que llevábamos de la mano nos acaba guiando por el sendero de la infelicidad, es necesario soltarnos para buscar nuestro propio camino. Y lo haremos aunque exista el amorporque a pesar del cariño y la pasión, no todas las relaciones son sabias, ni todos los amores entienden el lenguaje del respeto.
Una buena autoestima, y una actitud fuerte que defienda nuestra propia dignidad, será siempre quien nos guiará lejos de estas situaciones para no quedar movilizados, sometidos al sufrimiento. Porque madurar es también dejar ir a quien no se quiere quedar.

Amar es también aprender a dejar ir, porque es casi siempre el amor quien mayor sufrimiento nos ocasiona. Sólo cuando aceptamos lo que no puede ser nos permitimos ser libres para encontrar nuevas felicidades.

Aprender a dejar ir te traerá la felicidad

Quien se aferra al pasado esclaviza sus pensamientos, su mente, su corazón y su alma. El ayer no se puede borrar, ni editar, ni aún menos olvidar. Tampoco podemos cambiar a las personas, ni obligarlos a querernos como nosotros desearíamos… Hay aspectos de nuestra vida que para superarlos, primero hay que aceptarlos.
Dejar ir es dejar llegar, porque nadie viene a este mundo sabiéndolo todo ni trayendo consigo el manual de las decisiones perfectas, ésas que están exentas de error. Vivir es probar, tocar, iniciar, arriesgarse y también equivocarse, de ahí, que debamos tener en cuenta los siguientes aspectos:
  • No te enfades, no llenes tu corazón con la ira ni tu mente con el rencor. Dejar ir es un arte que debe hacerse de forma pacífica y sin rabia, sólo entonces nos permitiremos ser libres, descubriendo que día a día el dolor es mucho menor.
  • Para dejar ir lo primero que debemos hacer es aprender a aceptar: acepta que toda experiencia mereció la pena porque es vida vivida, porque quien niega y olvida no asume, no sana y no aprende. Es necesario aceptar lo ocurrido y entender que dejar ir también es crecer.

Algún día todo tendrá sentido, el dolor de ahora, el caos y la incertidumbre por dejar ir lo que antes te definía, será mañana esa puerta que te traerá cosas mucho mejores, porque recuerda… todo ocurre por alguna razón.

viernes, 24 de noviembre de 2017

Creer en la Mente – El Libro de la Nada

Creer en la Mente – El Libro de la Nada

Sosan (tercer patriarca Zen, falleció el 606 d.C.)
-888-
El Método Perfecto no conoce dificultades  
Salvo que rehúsa hacer preferencias;  
Sólo cuando está libre de odio y amor  
Se revela plenamente sin disfraz;  
Basta la diferencia de un décimo de pulgada  
Para que cielo y tierra se separen;  
Si deseas verlo con tus propios ojos,  
No fijes tu pensamiento en su favor ni en su contra. 
Alzar lo que te gusta contra lo que te disgusta  
Es la enfermedad de la mente:  
Cuando no se entiende el profundo significado (del Método),  
La paz de la mente se perturba para nada. 
(El Método es) perfecto como el vasto espacio,  
Con nada que falte, con nada superfluo:  
En realidad, debido a que se escoge  
Su talidad se pierde de vista. 
No persigas las marañas externas,  
Mora en el vacío interno;  
Sé sereno en la unidad de las cosas,  
Y (el dualismo) se desvanecerá por sí solo. 
Cuando te esfuerzas por ganar la quietud, deteniendo el movimiento,  
La quietud así ganada está siempre en movimiento;  
Mientras te demores en el dualismo,  
¿Cómo puedes realizar la unidad? 
Y cuando la unidad no se entiende cabalmente,  
De dos modos se soporta la pérdida:  
La negación de la realidad es su afirmación,  
Y la afirmación del vacío es su negación. 
Verbosidad e intelección…  
Cuando más les hacemos compañía, Más nos extraviamos;  
Fuera, pues, con la verbosidad y la intelección,  
Y no habrá lugar por donde no podamos pasar  libremente. 
Cuando volvemos la raíz, ganamos el significado;  
Cuando perseguimos los objetos externos, perdemos la razón.  
En el instante en que nos iluminamos por dentro,  
Atravesamos el vacío de un mundo que nos enfrenta. 
Las transformaciones que se suceden en un mundo vacío que nos enfrenta  
Parecen reales en su totalidad debido a la Ignorancia;  
Procura no ir en pos de lo verdadero,  
Cesa tan sólo de no abrigar opiniones. 
No mores en el dualismo,  
Evita cuidadosamente perseguirlo;  
Tan pronto tengas lo correcto y lo erróneo,  
Sucederá la confusión, y la Mente se perderá. 
Los dos existen por causa del Uno,  
Pero no te aferres siquiera a este Uno;  
Cuando la mente no está perturbada,  
Las diez mil cosas no prodigan ofensa. 
No se prodiga ofensa, no hay diez mil cosas;  
No se produce perturbación, y ninguna mente es puesta a trabajar:  
El sujeto se aquieta cuando el objeto cesa,  
El objeto cesa cuando el sujeto se aquieta.  
El objeto es un objeto para el sujeto,  
El sujeto es un sujeto para el objeto:  
Has de saber que la, relatividad de los dos  
Reposa, en última instancia, en un solo Vacío.  
En un Vacío los dos no se distinguen,  
Y cada cual contiene en sí la totalidad de las diez mil cosas;  
Cuando no se hace discriminación entre esto y aquello;  
¿Cómo puede surgir un criterio unilateral y prejuicioso?  
El Gran Método es calmo y longánime,  
Para él nada es fácil, nada es árduo;  
Los criterios pequeños son irresolutos,  
Cuando más se apresuran, más lentamente avanzan.  
El apego jamás se mantiene dentro de límites,  
Con seguridad se va por el camino equivocado;  
Abandónalo, y las cosas siguen sus propios rumbos,  
Mientras la Esencia ni se marcha ni permanece, 
Obedece a la naturaleza de las cosas y estarás en concordia con el Método,  
Calmo, cómodo y libre de molestias;  
Mas cuando tus pensamientos están atados, te apartas de la verdad,  
Crecen más pesados y torpes, y para nada son sanos. 
Cuando no son sanos, el espíritu se altera;  
¿De qué sirve entonces ser parcial y unilateral?  
Si quieres recorrer el curso del Vehículo Único,  
No seas prejuicioso contra los seis objetos sensorios. 
Cuando no tienes prejuicios contra los seis objetos sensorios,  
Entonces eres uno con la Iluminación;  
Los sabios son no-activos,  
Mientras los ignorantes se atan;  
Mientras en el Dharma mismo no hay individuación,  
Ignorantemente se apegan a los objetos particulares.  
En su propia mente que crea las ilusiones,  
¿No es ésta la máxima contradicción? 
Los ignorantes abrigan la idea de sosiego y desasosiego,  
Los iluminados no tienen gustos ni disgustos:  
Todas las formas de dualismo  
Son urdidas por los ignorantes mismos.  
Se parecen a visiones y flores en el aire;  
¿Por qué perturbarnos en asirlas?  
Ganancia y pérdida, verdad y error,  
¡Fuera con ellos de una vez por todas!  
Si la Mente retiene su absoluto,  
Las diez mil cosas son de la Talidad única. 
Cuando se sondea el hondo misterio de la Talidad,  
De improviso olvidamos las marañas externas;  
Cuando las diez mil cosas se ven en su unidad;  
Volvemos al origen y permanecemos donde siempre estuvimos. 
Olvida el origen de las cosas,  
Y alcanzaremos un estado que trasciende lo análogo;  
El movimiento se detiene, y no hay movimiento,  
El reposo se pone en movimiento, y no hay reposo;  
Cuando el dualismo no subsiste más,  
La unidad misma no mora. 
El fin último de las cosas donde no pueden ir más adelante  
No está ligado por normas ni medidas;  
En la Mente armoniosa (con el Método) tenemos el principio de la identidad,  
En el que hallamos que todos los esfuerzos se aquietan;  
Las dudas e irresoluciones están completamente desechadas,  
Y se fortalece la fe correcta;  
Nada se deja detrás,  
Nada se retiene,  
Todo es vacío, lúcido, y auto-iluminador;  
No hay ejercicio, ni derroche de energía…  
Esto es donde el pensamiento nunca llega,  
Esto es donde la imaginación no logra medir. 
En el reino superior de la Talidad verdadera  
No hay “yo” ni “otro”:  
Cuando se busca la identificación directa,  
Sólo podemos decir “No dos”. 
En ser “no dos” todo es lo mismo,  
Todo lo que es, está comprendido en él;  
Los sabios de los diez sectores  
Entrarán todos en esta Razón Absoluta. 
Esta Razón Absoluta está más allá (del tiempo)  
Que se apresura y (del espacio) que se extiende,  
Para ella un instante es diez mil años;  
Véasela o no,  
Se manifiesta por doquier en la totalidad de los diez sectores. 
Las cosas infinitamente pequeñas son tan enormes  
Como las cosas enormes pueden serlo,  
Pues aquí no subsisten condiciones externas;  
Las cosas infinitamente enormes son tan pequeñas  
Como las cosas pequeñas pueden serlo,  
Pues aquí los límites objetivos no se consideran. 
Lo que es lo mismo como lo que no lo es,  
Lo que no lo es, es lo mismo que lo que es:  
Donde este estado de cosas no logra subsistir,  
Ciertamente, no hay que detenerse allí. 
Uno en Todo,  
Todo en Uno…  
Si sólo se comprendiese esto,  
¡No te preocuparías más por no ser perfecto! 
Donde la Mente y cada mente creyente no están divididas,  
Y donde están sin dividir cada mente creyente y la Mente,  
En donde las palabras fallan;  
Pues no es del pasado, del presente ni del futuro.
D.T.Suzuki  (1870-1966) Manual de Budismo Zen

(*) Hsin La Mente-Corazón