viernes, 28 de octubre de 2011

La ley de los ciclos

El mundo Natural se mueve en ritmos, secuencias, y ciclos – el paso de las estaciones, el movimiento de las Estrellas, la subida y el flujo de las mareas. Las estaciones no se empujan las unas a las otras; ni las nubes avanzan al viento a través de los cielos. Todas las cosas suceden en su momento adecuado – subiendo, cayendo, subiendo, como las olas de los mares, en la rueda del tiempo. En cada corazón del invierno yace una primavera templada, y detrás del velo de cada noche espera una puesta sonriente. Kahlil Gibran Aquella noche en la cabaña, tuve un sueño vívido; al menos pienso que fue un sueño: la voz de la santa me despertaba. Ya había luz fuera, a pesar de que parecía que me acababa de dormir. No sentía ningún dolor de mi caída anterior; de hecho, casi no sentía mi cuerpo. La santa dijo, “Ven.” No recuerdo sus labios moverse. Después yo estaba de pie al lado de la puerta de la cabaña, mirando fijamente un brillante día de verano. La hierba de California se había puesto marrón, y el aire era seco y polvoriento. “Cierra los ojos,” dijo ella. Recuerdo unos pocos momentos de total oscuridad y silencio. Entonces mis ojos se abrieron a un día nuboso de Otoño. Debía haber llovido, ya que el polvo se había asentado y la seca hierba mostraba tonos verdosos. Un viento frío me golpeó la cara, así que cerré mis ojos. Cuando los abrí sentí un frío invernal; los árboles que nunca habían sido verdes estaban desnudos. Restos de hielo se difuminaban sobre las dispersas hojas. Salí afuera, sentí la dura, fría tierra, y oí unos truenos en la distancia. Con un relámpago, el aire se volvió primaveral de nuevo, y oí la voz de la santa. “El mundo natural baila a la música del cambio – el paso de las estaciones, las revoluciones de los cielos, y el día convirtiéndose en noche. Todas las cosas ocurren en su propio momento adecuado, cambiando y creciendo, apareciendo y desapareciendo, creciendo y decreciendo, el flujo y el reflujo. Cualquier cosa que sube baja, y cualquier cosa que baja puede subir otra vez. Esta es la Ley de los Ciclos.” Después ya era la mañana. Me levanté fresco pero decididamente dolorido. Después de darme unas bofetadas de agua fría en la cara y de comer unas cuantas fresas, la santa me invitó a andar con ella hacia un lugar especial más arriba en las montañas. Mientras subíamos por un camino rocoso, le dije lo del sueño. “Las estaciones tienen muchas cosas que enseñarte, y tu sueño es un signo de que estás preparado para entender.” “¿Entender el qué?” “Que los vientos de cambio pueden venir como un fiero huracán, destrozando tu vida, o como una suave brisa que cuida tu cara – que ese cambio es la única constante, y que ocurre a su propia manera, en su propio tiempo adecuado.” “Siempre he tenido diferentes sentimientos sobre el cambio. Algunas veces cuando la vida parece apagada, lo deseo, pero cuando las cosas van bien, un cambio puede ser – bueno, difícil.” “El cambio por sí mismo no es difícil,” replicó la santa. “Pasa con tanta naturalidad como una puesta de sol. Pero la mayoría de nosotros buscamos rutinas familiares para crear una sensación de control y orden, por tanto, el cambio puede parecer una bendición o una maldición, dependiendo de nuestros deseos; la misma lluvia bienvenida por las flores es maldecida por los excursionistas que desean un día soleado. “La Ley de los Ciclos nos recuerda que al mismo tiempo que las estaciones cambian, también debemos hacerlo nosotros, que nuestros viejos hábitos no han de controlar nuestra vida, que nuestro pasado no tiene porqué convertirse en nuestro futuro, y que la inercia del cambio nos lleva a una mayor consciencia, sabiduría, y paz.” Mirando hacia su exuberante jardín, la santa añadió, “hacer de jardinera a través de las cuatro estaciones revela otras lecciones del mundo natural: que las semillas sólo se reproducen de su mismo tipo, que sólo recoges lo que siembras, que cuando recoges la cosecha has de guardar algunas semillas para la siguiente plantación, que tienes que acabar un ciclo para poder comenzar otro, que hay un momento para todas las semillas para crecer, cambiar, y eventualmente morir, para ser enterradas y plantar una nueva cosecha. Tal y como las semillas y los ciclos, nuestras vidas van de la misma manera. “Disfruta cada estación de tu vida, viajero. Prepara el terreno pacientemente, planta las semillas, haz el trabajo, y recogerás abundantes frutos. Acepta la buena fortuna y la adversidad como aceptas el cambio de estaciones. Disfruta la helada belleza de un día de invierno y los calurosos días de verano, ya que con suficiente rapidez, cada estación, cada día, cada momento, pasa a la historia, y su parecido exacto puede no ser visto nunca más. En vez de desear el verano en medio del frío invierno o pedir vientos frescos en los bochornosos días de verano, abraza a cada estación por sus propios regalos. Alinéate con los ciclos del tiempo y transformación, navegando sobre el cambio como los barcos sobre las olas.” “Me estás diciendo que los ciclos de cambio van a suceder me guste o no, y que por tanto debería aceptarlos.” “Eso, y más,” contestó ella. “La Ley de los Ciclos también revela cómo cooperar completamente en tu propia evolución, ser un experto en dominar el tiempo, y encontrar grandes fortunas.” “¿Cómo?” “Todas las cosas tienen un momento más favorable y uno menos favorable,” contestó ella. “Las puertas se abren y se cierran; las energías suben y bajan. Un pensamiento o una acción iniciados cuando la energía está subiendo o ganando momentum viaja fácilmente hacia la finalización, pero un pensamiento o acción iniciado en un ciclo de descenso tiene un impacto reducido. Es entonces cuando la Ley de los Ciclos se combina con la Ley de la Acción para revelar que la paciencia es la mejor parte de la sabiduría – la sabiduría de saber cuándo hay que actuar y cuándo hay que estar tranquilo, cuándo hablar y cuando callar, cuando trabajar y cuando descansar, cuándo subirte a la energía de un ciclo en construcción y cuándo esperar a la siguiente ola.” Mientras salíamos del camino y nos dirigíamos directamente hacia un espeso bosque de árboles y arbustos la santa pausó por un momento y me explicó una historia. “En los tiempos antiguos, el rey Salomón sentía una gran agitación interior e imploraba por la vuelta de tiempos simples y más tranquilos, por tanto decretó que un maestro en joyería le hiciera un anillo mágico que fuera inscrito con unas palabras siempre ciertas y apropiadas, en todos los momentos y en todas las condiciones – palabras que ayudasen a aliviar el sufrimiento y aportasen gran sabiduría y perspectiva. Este maestro joyero construyó un anillo especial, pero sólo después de muchos días de contemplación consiguió las palabras de poder divino. Finalmente, el joyero presentó el anillo a Salomón. En él estaban inscritas las palabras ´Y esto también va a pasar.´” El terreno cambió bruscamente cuando salimos del bosque y llegamos a una llanura soleada. Vi un naranjo repleto de grandes naranjas que podía oler desde donde estaba, y diversos manzanos, brotando, pero todavía sin fruta, y dos árboles más que no reconocí. “Son nogales,” dijo la santa, respondiendo a mi pregunta interior, en el momento exacto, como de costumbre. Entonces, inclinándose respetuosamente hacia uno de los nogales, cogió una pequeña fruta verde de una de las ramas y me la dio. “Ábrelo,” dijo ella. “No creo que esté a punto para comer todavía,” dije. “Ábrelo,” repitió. Primero lo intenté con mis dedos, después golpeando el verde caparazón entre dos piedras. Finalmente, encontré una piedra afilada e intenté abrirla, pero no tuve éxito. Cuando la santa me tocó el hombro, me giré para ver que la santa tenía un puñado de nueces maduras. “De la cosecha del año pasado. Las tenía almacenadas por aquí cerca.” Cogió una pequeña piedra y le dio un golpe seco a la cáscara, y se abrió por la mitad. Hizo lo mismo con más nueces, y disfrutamos de un buen aperitivo. Mientras mordíamos, ella me explicó, “Estoy aquí para compartir contigo verdades simples que hacen que la vida funcione mejor. Pero no te puedo prometer iluminación; eso tiene su propio momento. Nosotros los humanos somos como la cáscara de la nuez: si tratas de forzarla en el momento equivocado, es casi imposible, pero una vez que está madura, le das un golpe en el lugar adecuado, y se abre con facilidad. La vida diaria es tu proceso de maduración. Y un día, alguien o algo aparecerá y te dará el golpe.” Nos sentamos bajo la sombra de los manzanos, comiendo nueces y naranjas mientras el sol subía hacia las copas de los árboles. Me apoyé contra el manzano y escuché los sonidos de un riachuelo cercano, sintiendo una gran familiaridad con el mundo natural. El sol calentó mis huesos, transportándome a un estado de calma profunda. Me estiré, miré a través de las hojas resplandecientes y vi como las nubes circulaban por encima de nosotros. Como si estuviera previsto, la santa dijo, “¿Ves cómo las nubes se mueven con facilidad con el viento, sin prisa o resistencia?” Esta era una idea que ya había considerado anteriormente, pero su gentil voz, articulando mis pensamientos más interiores, tocó algo profundo dentro de mí de manera que las nubes y el viento penetraron hasta el centro de mi consciencia. En aquel momento la naturaleza se había convertido en mi profesora. La santa finalizó su instrucción sobre la Ley de los Ciclos con una historia: “Hace muchos años, mientras viajaba por Polonia, visité el humilde santuario de un rabí conocido por su gran sabiduría. Su sencilla habitación donde estaba llena de libros. A parte de eso, no tenía nada más excepto una mesa y un banco. “Rabí, pregunté, ¿dónde están los muebles?” “¿Dónde están los tuyos?” me preguntó él a mí. “¿Los míos? Respondí sorprendida. Pero si sólo estoy de paso.” “Yo también, dijo el rabí. Yo también.”

domingo, 23 de octubre de 2011

Áine, Diosa Celta del amor


Diosa Celta del amor (inspirando pasión en los humanos), el amanecer, la luna, el fuego, la fertilidad, los ganados, el maíz… Hija de un druida de los Tuatha dé Danaan, llamado Eogabail. En Irlanda, en la provincia de Munster (condado de Limerick) se la considera la Reina de las Hadas.

Como deidad, viaja por el espacio y es hija del dios del mar Manannán. Es una diosa de la fertilidad en cuyo honor se celebraba la fiesta de la noche de verano, que después se transformaría en la fiesta de San Juan.

Su nombre significa "brillante". Está alineada con las hadas y se la suele considerar una reina de las hadas ( el equivalente a un arcángel en el reino elemental). Existen muchas historias contradictorias sobre los inicios de Aine y sobre su herencia como diosa.

En la víspera del Solsticio de Verano se rendía culto a Aine con rituales en los que las personas sotenían antorchas sobre los campos cultivados para pedirle que ayudara a aumentar la productividad.
Además, esta diosa protege a las mujeres, es capaz de eliminar maldiciones y energías negativas(cuando se la invoca)

Aine tiene un aspecto art-deco con su largo vestido plateado y su corte de pelo al estilo paje
Se la suele invocar cuando está más perceptiva los días de luna llena y en los eclipses lunares
Ayuda a: los derechos de los animales y a su curación, los asuntos medioambientales,aumenta la fe y la pasión, la fertilidad y la concepción, las meditaciones y ceremonias de luna llena, a tener una actitud lúdica y disfrutar de la vida y en la protección a las mujeres.

Fuente:http://todoangelesyduendes.blogspot.com/2010/01/aine-diosa-celta-del-amor.html


Áine (pronun. oh+nya), es un nombre de origen celta, fue asociado con la versión celta de Anna, cuyo significado es "Dios me favorece". En realidad significa "claridad, luminosidad".

El idioma irlandés cuenta con un sustantivo áine que denota "placer, agilidad, melodía." Áine fue asociada con la generosidad y la suerte.

jueves, 20 de octubre de 2011

Como un pentagrama…


Pentagrama es una serie de cinco líneas paralelas
donde el compositor ubica las notas de la escala musical,
compás tras compás, hasta lograr un caminar melódico.
Comentan que un día, Amadeus Mozart, a los cinco años,
entusiasmado recorría las teclas del piano, como buscando algo.
Se le acerca un conocido y le pregunta: ¿Qué estás buscando?
El niño le contesta: “Las que armonizan y ubicadas,
forman finalmente un hermoso concierto”.
Amadeus Mozart, ubicando correctamente las notas musicales,
compuso melodías inolvidables. Pero demos un paso más.
Si en lugar de notas musicales ubicamos personas,
nos damos cuenta que es difícil la convivencia,
ponernos de acuerdo en el pentagrama de la vida.
Las notas obedecen al talento del genio.
Y nosotros, las personas, debemos poner ingenio
para liberarnos de ataduras, egoísmo y soledades
que provocan disonancias que separan.
“La unión hace la fuerza“.
Juntos, hermanados es más fácil y llevadero.
Recordemos que los tizones separados, nunca harán fogón.
La búsqueda de caminos para encontrar la unidad,
debe estar presente en nuestro ideal de vida.
Hemos progresado en todos los campos, y asombrosamente…
“los hombres de hoy hemos aprendido a volar como pájaros
y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido
el arte de vivir juntos, como hermanos”.
Si cultivamos buenos sentimientos abriremos caminos
que llevan a la unidad ya que los intereses mezquinos
jamás han logrado uniones duraderas.
Cuánto tenemos que progresar en el campo de la convivencia.
El desafío que nos lanzó Jesús:
“Amaos los unos a los otros”, lo hemos trastocado,
como decía el inspirado cómico Cantinflas,
en “armaos los unos contra los otros”.
En el pentagrama de la vida busquemos las notas que se “aman”,
ubicándonos de tal manera que conformemos una sinfonía
y así seamos protagonistas en la “Civilización del Amor“.

Osho - Intuición (Sigue tu intuición, sigue tu alma)


Cuando el Cuerpo funciona espontáneamente, se llama INSTINTO.

Cuando el Alma funciona espontánemaente se llama INTUICIÓN.
Sigue tu Intuición, sigue tu alma.
 Osho 


Tenemos un instrumento de lectura que son los sentidos. Y un órgano muy importante es el cerebro a través de los pensamientos, la mente, la razón y otro muy superior, es la Intuición.
Disponemos, entonces, de tres ojos, el de los sentidos, el de la razón y el de la intuición.
Tres ojos que nos conectan, tres ojos que nos comunican, tres ojos para procesar el lenguaje a través del cual logro contacto contigo.

Hoy comparto contigo acerca de la Intuición y del Instinto.

Cuando el cuerpo funciona espontáneamente, se le llama instinto. Cuando el alma funciona espontáneamente, se le llama intuición. Son dos cosas semejantes y a la vez alejadas entre sí. El instinto pertenece al cuerpo, lo burdo; la intuición pertenece al alma, lo sutil. Entre las dos cosas se encuentra la mente, la experta, que nunca funciona espontáneamente. La mente significa conocimiento. El conocimiento nunca puede ser espontáneo. El instinto es más profundo que el intelecto y la intuición está por encima del intelecto. Ambos trascienden el intelecto y ambos son buenos.



La intuición abre sus puertas a través de la meditación. La meditación no es más que una llamada a las puertas de la intuición. La intuición también está totalmente preparada. No crece; es algo que también has heredado de la existencia. La intuición es tu conciencia, tu ser.El intelecto es tu mente. El instinto es tu cuerpo. Al igual que el instinto funciona perfectamente al servicio del cuerpo, la intuición funciona perfectamente en lo relativo a la concienciaLa intuición es algo existencial, el instinto es algo natural. El intelecto se mueve a tientas en la oscuridad. Cuanto más rápido trasciendas el intelecto mucho mejor; el intelecto puede suponer una barrera para aquellos que piensan que no hay nada más allá de este. En cambio, el intelecto puede ser un bello paso para aquellos que entienden que ciertamente hay algo más allá de él.
La intuición hace sabio al hombre; lo puedes llamar iluminación o despertar, no son más que distintos nombres de la sabiduría. Solo en manos de la sabiduría se puede usar el intelecto como un maravilloso ayudante.
Además el instinto y la intuición trabajan muy bien juntos, uno en un nivel físico y la otra en un nivel espiritual. Todo el problema de la humanidad radica en quedarse parados en el medio, en la mente, en el intelecto. En ese punto tendrás infelicidad, tendrás ansiedad, tendrás agonía, no le encontrarás sentido a nada y tendrás muchas tensiones sin ser capaz de descubrir una solución por ninguna parte.
El mundo necesita una rebelión generaque lo pueda conducir más allá del intelecto hacia los silencios de la intuición.Hay que entender la misma palabra intuición. En inglés se conserva la palabra «tuition», enseñanza. Implica algo que proviene del exterior, alguien te enseña, el tutor.
La intuición quiere decir algo que surge dentro de tu ser; es un potencial tuyo, por eso se llama intuición.
La sabiduría nunca se puede tomar prestada y aquello que se toma prestado nunca es sabiduría. A menos que poseas tu propia sabiduría, tu propia visión, tu propia claridad, tus propios ojos para ver, no serás capaz de entender el misterio de la existencia.
Del Libro: “Intuición” de Osho