viernes, 31 de marzo de 2017
Quién serías si no te importara lo que piensan los demás?
Quién serías si no te importara lo que piensan los demás?
Nuestra conducta como ser humano muchas veces se ve influenciada por rígidos parámetros donde debemos encajar, lo que en la mayoría de las ocasiones no nos permite ser o desarrollar nuestra verdadera esencia.
La importancia de indagar en quienes realmente somos:
Cuando nos quitamos de encima los qué dirán, los esquemas sociales, las imposiciones de nuestros padres, las limitaciones autoimpuestas por agradarle a las personas que nos interesan, las creencias de que somos lo que tenemos, nos volvemos más auténticos y esto no nos hace necesariamente unos rebeldes, nos hace unos valientes, nos hace acercarnos a nuestro desarrollo, nuestro crecimiento y nuestro aprendizaje.
Ventajas de mostrar nuestra esencia:
Todos somos únicos, tenemos talentos únicos, somos brillantes para algo, mientras limitemos nuestra luz, nuestra esencia, nuestro potencial de brillar se limitará, eso en lo que somos excepcionales probablemente no lleguemos a mostrarlo por miedo a no encajar, a no agradar, a estar desalineado con la actitud y comportamiento “normal”, donde la normalidad no es más que un resultado probabilístico ante algo.
Es bastante que, de vez en cuando, un hombre genial muera loco, para que, por un período, la normalidad no sea considerada gran cosa.
Lucian Blaga
Atraemos a personas que nos ayudarán a crecer, por lo general nuestro crecimiento viene dado por nuestras relaciones, cuando no somos auténticos, reflejamos en nuestro entorno personas y situaciones que vibran con eso que proyectamos, con esa fachada, con esa imagen distorsionada de nosotros mismos y de esta forma no saldrá a la luz lo que realmente nos hará evolucionar.
Reconocemos que no somos lo que tenemos o lo que hacemos, nuestro verdadero yo tiene en sí mismo un valor, que no depende de lo que tenemos, quién está a nuestro lado o lo que hacemos y sus resultados, ya somos por esencia, esa es de hecho nuestra definición: SER.
Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero.
Jorge BucayDe acuerdo a esto, podemos reconducir nuestro comportamiento, siendo honestos con nosotros mismos, explorando y amando nuestra esencia, haciendo lo que nos mueve y rodeándonos de personas que realmente reflejen nuestro verdadero yo, sin importar la opinión o los juicios de los que nos rodean o de la sociedad. Seremos más plenos y mucho más brillantes, no refiriéndonos a nivel intelectual, sino espiritual, seremos nosotros mismos.
jueves, 30 de marzo de 2017
miércoles, 29 de marzo de 2017
YOKO ONO
-Encender una cerilla y mirarla hasta que se apague.
-Dibujar una línea con uno mismo. Seguir dibujando hasta que uno desaparezca.
-Dibujar una línea. Borrar una línea.
-Esconderse hasta que todos se vayan a sus cosas. Esconderse hasta que se olviden de uno. Esconderse hasta que todos mueran.
-Apagar la luz. Caminar detrás de una persona durante 4 horas.
-Tomar la primera palabra que se cruce por la mente. Repetirla hasta el amanecer.
-Escucharse unos a otros el pulso poniendo la oreja en el estómago del otro.
-Pieza de piedra. Grabar el sonido de una piedra envejeciendo.
PROPUESTAS PERSONALES:
-Ponerse cara a cara a un palmo de alguien. Estar sin mirarse a los ojos y sin hablar durante 1 hora.
-Hablar con tu pareja de como ha ido el día mientras te cepillas los dientes.
-Pasar un día en un ascensor. Mantener la misma conversación con todas las personas que suban.
-Mirarse al espejo, inmovil, durante 2 horas. Después despedirse.
-Observarse las manos durante 30 minutos. Observarse las manos en contacto con otras manos durante otros 30 minutos.
-Llamar a alguien conocido por telefono y no hablar nada durante 2 horas.
-Andar por la calle buscando la mirada de todas las personas que se crucen.
-Elegir una palabra. Será la única palabra que se podrá pronunciar durante todo el día.
martes, 28 de marzo de 2017
El despertar - Alejandra Pizarnik
El despertar
A León Ostrov
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios
Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo
Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos
Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre
Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.
Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada
Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue
¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?
¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?
El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual
Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde
Señor
Arroja los féretros de mi sangre
Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón
Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo
De "Las aventuras perdidas" 1958
lunes, 27 de marzo de 2017
Voluntad - Alfonsina Storni
la tarde,
giraba sobre nuestras cabezas
estrechando sus círculos
de nubes blancas
hacia el vértice áspero
de tu boca
que se abría frente al mar.
Cielo y tierra
morían
en la música verde de las aguas
que no conocían caminos.
Retrocedía,
ahuecada,
la pared del horizonte
e iban a echarse a danzar
las rocas negras.
Me desnivelaban ya
los círculos de arriba
empujándome hacia ti
como hacia raíz lejana
de la que brotara.
Pero sólo la tarde
bebió, lenta,
la cicuta
de tu boca.
domingo, 26 de marzo de 2017
Será que la canción llegó hasta el sol, Luis Alberto Spinetta
"Si el camino surge de la nada
será que mi canción llego hasta el sol
Si algo te sacude sin sentido
será que la canción llego hasta el sol...
La tristeza se va como una luz
todo es armonía a mi alrededor
y esta bien...
será que mi canción llego hasta el sol
Si algo te sacude sin sentido
será que la canción llego hasta el sol...
La tristeza se va como una luz
todo es armonía a mi alrededor
y esta bien...
Alguien va subiendo la colina,
será que la canción llego hasta el sol
Y otro va muy loco, hundido en su mente,
será que la canción llego hasta el sol
será que la canción llego hasta el sol
Y otro va muy loco, hundido en su mente,
será que la canción llego hasta el sol
Una brisa volara en el amanecer
y un extraño tiempo nos envolverá por fin...
y un extraño tiempo nos envolverá por fin...
esta noche se oirá dentro de tu piel,
no hay ningún momento que se pueda comparar al amor...
no hay ningún momento que se pueda comparar al amor...
Si se escucha el eco,
si el viento dice adiós...
será que la canción llego hasta el sol ...* "
si el viento dice adiós...
será que la canción llego hasta el sol ...* "
sábado, 25 de marzo de 2017
La mesa verde - Alejandra Pizarnik
El sol como un gran animal demasiado amarillo. Es una suerte que nadie me
ayude. Nada más peligroso, cuando se necesita ayuda, que recibir ayuda.
Pero a mi noche no la mata ningún sol.
¿Tendré tiempo para hacerme una máscara cuando emerja de la sombra?
Me pruebo en el lenguaje en que compruebo el peso de mis muertos.
El mar esconde sus muertos. Porque lo de abajo tiene que quedar abajo.
Julio Cortázar
"Como no sabías disimular me di cuenta que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos."
viernes, 24 de marzo de 2017
Walt Whitman
Quédate conmigo hoy, vive conmigo un día y una noche y te mostraré el origen de los poemas. "
Walt Whitman
Más allá del olvido - Alejandra Pizarnik
alguna vez de un costado de la luna
verás caer los besos que brillan en mí
las sombras sonreirán altivas
luciendo el secreto que gime vagando
vendrán las hojas impávidas que
algún día fueron lo que mis ojos
vendrán las mustias fragancias que
innatas descendieron del alado son
vendrán las rojas alegrías que
burbujean intensas en el sol que
redondea las armonías equidistantes en
el humo danzante de la pipa de mi amor
Lujuria - Miguel de Unamuno
Cuando murmuras con nervio acento
tu cuerpo hermoso que a mi cuerpo toca
y recojo en los besos de tu boca
las abrasadas ondas de tu aliento.
Cuando más que ceñir, romper intenso
una frase de amor que amor provoca
y a mí te estrechas delirante y loca,
todo mi ser estremecido siento.
Ni gloria, ni poder, ni oro, ni fama,
quiero entonces, mujer. Tu eres mi vida,
ésta y la otra si hay otra; y sólo ansío
gozar tu cuerpo, que a gozar me llama,
¡ver tu carne a mi carne confundida
y oír tu beso respondiendo al mío!...
jueves, 23 de marzo de 2017
Versiones del Otoño,,
OTOÑO - Mario Benedetti
Aprovechemos el otoño
antes de que el invierno nos escombre
entremos a codazos en la franja del sol
y admiremos a los pájaros que emigran
antes de que el invierno nos escombre
entremos a codazos en la franja del sol
y admiremos a los pájaros que emigran
ahora que calienta el corazón
aunque sea de a ratos y de a poco
pensemos y sintamos todavía
con el viejo cariño que nos queda
aunque sea de a ratos y de a poco
pensemos y sintamos todavía
con el viejo cariño que nos queda
aprovechemos el otoño
antes de que el futuro se congele
y no haya sitio para la belleza
porque el futuro se nos vuelve escarcha
antes de que el futuro se congele
y no haya sitio para la belleza
porque el futuro se nos vuelve escarcha
MARIPOSA DE OTOÑO
Pablo Neruda
LA mariposa volotea
y arde —con el sol—
a veces.
LA mariposa volotea
y arde —con el sol—
a veces.
Mancha volante y llamarada,
ahora se queda parada
sobre una hoja que la mece.
ahora se queda parada
sobre una hoja que la mece.
Me decían: —No tienes nada.
No estás enfermo. Te parece.
No estás enfermo. Te parece.
Yo tampoco decía nada.
Y pasó el tiempo de las mieses.
Y pasó el tiempo de las mieses.
Hoy una mano de congoja
llena de otoño el horizonte.
Y hasta de mi alma caen hojas.
llena de otoño el horizonte.
Y hasta de mi alma caen hojas.
Me decían: —No tienes nada.
No estás enfermo. Te parece.
No estás enfermo. Te parece.
Era la hora de las espigas.
El sol, ahora,
convalece.
El sol, ahora,
convalece.
Todo se va en la vida, amigos.
Se va o perece.
Se va o perece.
Se va la mano que te induce.
Se va o perece.
Se va o perece.
Se va la rosa que desates.
También la boca que te bese.
También la boca que te bese.
El agua, la sombra y el vaso.
Se va o perece.
Se va o perece.
Pasó la hora de las espigas.
El sol, ahora, convalece.
El sol, ahora, convalece.
Su lengua tibia me rodea.
También me dice: —Te parece.
También me dice: —Te parece.
La mariposa volotea,
revolotea,
y desaparece.
revolotea,
y desaparece.
A EJEMPLO DE LOS ÁRBOLES DESNUDOS
de Enrique Ruíz de la Serna
Poeta y ensayista colombiano, nacido en 1887.
No es el otoño, no, quien a los árboles
arrebata sus hojas, que son ellos,
son los árboles mismos quienes ceden
sus hojas a los vientos….
Los árboles desdeñan
la estéril pompa del follaje muerto,
y, con viril austeridad, aguardan
desnudos los rigores del invierno.
Saben que sólo así la primavera
los vestirá de nuevo!
Alma mía: estos árboles desnudos
sean para ti ejemplo.
Renuncia, como ellos, a lo vano;
despójate, como ellos, de lo viejo.
Si en ti muere una idea, para siempre
arráncala de ti y échala al viento.
Porque son los cadáveres de ideas
la estéril pompa del follaje muerto!
No finjas pensamientos que no pienses,
no sientas con fingidos sentimientos.
Antes que así, desnuda,
resiste los rigores del invierno.
Que al cabo tornará la primavera
y a ti también te vestirá de nuevo!.
Una larga carretera
entre grises peñascales,
y alguna humilde pradera
donde pacen negros toros. Zarzas, malezas,jarales.
Está la tierra mojada
por las gotas del rocío,
y la alameda dorada,
hacia la curva del río.
Tras los montes de violeta
quebrado el primer albor:
a la espalda la escopeta,
entre sus galgos agudos, caminando un cazador.
de hojarasca sobre el suelo,
y en vuelo repentino,
la noche atropella la luz.
Todo es crepúsculo,
señoreando en mi corazón.
Hoy no queda en el cielo
ni un remanso de azul.
Qué pena de día sin sol.
Qué melancolía de luna
tan pálida y sola,
ay que frío y ay que dolor.
¿Dónde quedó el calor
del tiempo pasado,
la fuerza y la juventud
que aún siento latir?
Se fue quizás con los días cálidos,
de los momentos que a tu lado viví.
Y así esperando tu regreso,
otro otoño triste ha llegado sin ti .
Melancolía
de Manuel Machado
de Manuel Machado
Me siento, a veces, triste
como una tarde del otoño viejo;
de saudades sin nombre,
de penas melancólicas tan lleno...
Mi pensamiento, entonces,
vaga junto a las tumbas de los muertos
y en torno a los cipreses y a los sauces
que, abatidos, se inclinan... Y me acuerdo
de historias tristes, sin poesía... Historias
que tienen casi blancos mis cabellos.
como una tarde del otoño viejo;
de saudades sin nombre,
de penas melancólicas tan lleno...
Mi pensamiento, entonces,
vaga junto a las tumbas de los muertos
y en torno a los cipreses y a los sauces
que, abatidos, se inclinan... Y me acuerdo
de historias tristes, sin poesía... Historias
que tienen casi blancos mis cabellos.
Otoño - Octavio Paz
En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!
Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...
Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!
Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...
Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario
miércoles, 22 de marzo de 2017
Manos de Mujeres - Marta Gomez
Mano fuerte va barriendo, pone leña en el fogón
Mano firme cuando escribe una carta de amor
Manos que tejen haciendo nudos
Manos que rezan, manos que dan
Manos que piden algún futuro
Pa' no morir en soledad ¡ay! ¡Ay!...
Mano vieja que trabaja
Va enlazando algún telar
Mano esclava va aprendiendo
A bailar su libertad
Manos que amasan curtiendo el hambre
Con lo que la tierra les da
Manos que abrazan a la esperanza
De algún hijo que se va ¡ay! ¡Ay!...
Manos de mujeres
Que han parido la verdad
Manos de colores aplaudiendo algún cantar
Lara...
Manos que tiemblan, manos que sudan
Manos de tierra, maíz y sal
Manos que tocan dejando el alma
Manos de sangre, de viento y mar ¡ay! ¡Ay!...
Buddha Dhammapada
Foto/Arte: Antonio Mora
"Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos. Con nuestros pensamientos construimos el mundo. Habla o actúa con mente pura y la felicidad te seguirá como tú misma sombra, inseparable". ॐ ~ Buddha Dhammapada
El remordimiento - Jorge Luis Borges
He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.
Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida
no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.
Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.
Agatha Christie
Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único.
Agatha Christie
martes, 21 de marzo de 2017
"La sabiduría de vivir"
Las hojas no caen, se sueltan... Siempre me ha parecido espectacular la caída de una hoja. Ahora, sin embargo, me doy cuenta que ninguna hoja “se cae”
sino que llegado el escenario del otoño inicia la danza maravillosa del soltarse.
sino que llegado el escenario del otoño inicia la danza maravillosa del soltarse.
Cada hoja que se suelta es una invitación a nuestra predisposición al desprendimiento. Las hojas no caen, se desprenden en un gesto supremo de generosidad y profundo de sabiduría: la hoja que no se aferra a la rama y se lanza al vacío del aire sabe del latido profundo de una vida que está siempre en movimiento y en actitud de renovación.
La hoja que se suelta comprende y acepta que el espacio vacío dejado por ella es la matriz generosa que albergará el brote de una nueva hoja. La coreografía de las hojas soltándose y abandonándose a la sinfonía del viento traza un indecible canto de libertad y supone una interpelación constante y contundente para todos y cada uno de los árboles humanos que somos nosotros.
Cada hoja al aire que me está susurrando al oído del alma ¡suéltate!, ¡entrégate!, ¡abandónate! y ¡confía! Cada hoja que se desata queda unida invisible y sutilmente a la brisa de su propia entrega y libertad. Con este gesto la hoja realiza su más impresionante movimiento de creatividad ya que con él está gestando el irrumpir de una próxima primavera.
Reconozco y confieso públicamente, ante este público de hojas moviéndose al compás del aire de la mañana, que soy un árbol al que le cuesta soltar muchas de sus hojas. Tengo miedo ante la incertidumbre del nuevo brote. Me siento tan cómodo y seguro con estas hojas predecibles, con estos hábitos perennes, con estas conductas fijadas, con estos pensamientos arraigados, con este entorno ya conocido…
Quiero, en este tiempo, sumarme a esa sabiduría, generosidad y belleza de las hojas que “se dejan caer”. Quiero lanzarme a este abismo otoñal que me sumerge en un auténtico espacio de fe, confianza, esplendidez y donación.
Sé que cuando soy yo quien se suelta, desde su propia consciencia y libertad, el desprenderse de la rama es mucho menos doloroso y más hermoso. Solo las hojas que se resisten, que niegan lo obvio, tendrán que ser arrancadas por un viento mucho más agresivo e impetuoso y caerán al suelo por el peso de su propio dolor.
Las hojas no caen, se sueltan.
José María Toro, extraído del libro "La sabiduría de vivir".
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