viernes, 6 de mayo de 2016

Gabriel García Márquez

La ausencia paulatina de tu interés por mí, 
la falta progresiva de tus "buenos días",
la elección egoísta de tu lejanía,
fueron los que determinaron que no hiciera falta viajar a Macondo;
bastaba besar tus labios para sentir...
cien años de soledad. 

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