martes, 14 de abril de 2015


Vivir, sintiendo que la vida es breve, y que hay que amar,
porque el amor es gozo. Vivir en los pronombres, como dijo el poeta;
de persona a persona, como dice el eslogan.
Y hay que vivir. Sin pensar vanamente en lo que fue, lo que pudo haber sido, lo que será.
 Tan sólo dominamos el instante, que ya es ayer.
Y hay que vivir. Poniendo en un segundo el alma eterna.
Lo fugaz es tan bello que deslumbra; tan bello, que no sabes definirlo;
tan bello, que desgarra.
Y hay que vivir. Sin grandes aspavientos, sin apegos, sin demasiados miedos, sin certezas,
 sin pantallas que oculten lo que somos.
Difícil ocultar que somos polvo, tal vez enamorado, pero polvo.
Vivir. Con los brazos abiertos, para abrazar.
Con las puertas abiertas, para acoger. Con las sandalias puestas, para partir.
Vivir y caminar. Vivir y ser. Vivir y amar. Vivir y compartir.

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