jueves, 26 de febrero de 2015

Bhagavad-Gita

Corta es la vida y constante su cambio; Llévala con paciencia porque es fuerte el alma que la anima y flota por encima y más allá de esas cosas, conserva la paz en la alegría como en el dolor.
Todo lo que nace tiene que morir, el fin del morir es un nuevo nacer: tal es la ley. Así como un hombre desecha las vestiduras usadas de ayer y escoge un nuevo vestido para mañana, así deja de lado el espíritu del hombre la envoltura carnosa del cuerpo, envejecida y gastada, y toma otra nueva.

Cuando uno ve la eternidad en las cosas que se van, y el infinito en las cosas finitas, entonces uno tiene el Conocimiento puro. Pero si uno tan sólo ve la variedad de las cosas, con sus divisiones y limitaciones, entonces el conocimiento no es puro. Y si uno ve egoístamente las cosas como si todo fuera independiente de lo Uno y de lo mucho, entonces uno está en la obscuridad de la ignorancia.

Por importante que la recta acción pueda ser, ha de precederla el recto pensamiento. Lo que para el vulgo es luz, es tinieblas para el sabio. ¡Tanta es la diferencia de visión entre los hombres!

No basta abstenerse de actuar para librarse de los actos. La acción es superior a la inacción.

Aun cuando se te considere el más pecador de los pecadores, cuando te sitúes en la nave del Conocimiento Trascendental, serás capaz de cruzar el océano de las miserias.

Bhagavad-Gita

No hay comentarios:

Publicar un comentario