viernes, 23 de enero de 2015

Silvio Rodríguez - Réquiem



Disfruté tanto, tanto cada parto, 
y gocé tanto, tanto cada todo, 
que me duele algo menos cuando partes, 
porque aquí te me quedas de algún modo. 

Ojalá nunca sepas cuánto amaba 
descubrirte los trillos de la entrega 
y el secreto esplendor con que esperabas 
un reclamo de amor que ya no llega. 

Anda, corre a donde debas ir, 
anda, que te espera el porvenir. 
Vuela, que los cisnes están vivos, 
mi canto está contigo, no tengo soledad. 

Si uno fuera a llorar cuando termina, 
no alcanzarán las lágrimas a tanto, 
nuestras horas de amor, casi divinas, 
es mejor despedirlas con un canto. 

Anda, corre donde debas ir, 
anda, que te espera el porvenir. 
Vuela, que los cisnes están vivos, 
mi canto está contigo, no tengo soledad.

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