miércoles, 5 de marzo de 2014

Mario Benedetti, Duendes de nunca

“…el tiempo no diseña el pasatiempo
el canto no reclama el desencanto
el viento no vindica el aspaviento
la fiesta no perdona al aguafiestas”

Sólo cuando el ciclón / avergonzado
de su servil escándalo de agosto /
se abandona en un último jadeo
las ideas se tornan macilentas
penitentes / resecas / agobiadas
y en nuestras manos torpes
se hacen menos profundas
las líneas de la vida y de la muerte
no obstante si se extingue el temor / la salmodia
crepuscular se hace más nítida /
la soledad fulgura en sus cristales
pájaros aturdidos comparecen en ráfagas
y el aire es a la vez hediondo e inocente
es el turno de usarnos sin dios y sin pasado
ahora que hasta el tiempo es bálsamo y ofrenda
y pasaron los cielos y pasaron los ríos
y los hechiceros suspendieron sus cábalas
y los siete pecados capitales son cuatro
quizá sea el momento de acudir a la cita
con la infancia de veras y sus duendes de nunca
                                                                            Mario Benedetti

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