viernes, 17 de junio de 2011

La música que eliges, las flores que eliges...

A veces tomas decisiones por defecto. No logras tomar una decisión, entonces no tomas ninguna. También podría ser que, por defecto, hayas tomado la decisión correcta. Digo correcta de acuerdo a los términos en que tú percibes. Puede que no hayas cambiado una situación sino que te hayas quedado en ella. Unos años más tarde, puede que te estés preguntando cuán distinta sería ahora tu vida si hubieras dado ese paso que no diste. Comprende, que si hubieras dado ese paso, años más tarde, también podrías estar preguntándote cuán distinta sería tu vida si te hubieras quedado donde estabas y no hubieras hecho los cambios que hiciste. Esos no son cabos sueltos. Te moviste o no te moviste. O te moviste en cierta dirección y no en otra. Cómo podría haber sido tu vida si hubieras tomado otro camino es lo que se deben imaginar los poetas y escritores de ficción mientras que, tú, en tu vida, has recogido las rosas tal como lo hiciste, y no hay vuelta atrás al año pasado. Ahora hay distintas rosas que recolectar. Si te lamentas, deja de hacerlo. En este preciso momento, lo hecho, hecho está. Y aún así, hay otras opciones por delante. Todos los días estás haciendo elecciones. Todos los días eliges tu vida. Eliges tu vida con tus percepciones, y tus percepciones crean tus pensamientos, y tus pensamientos crean tus percepciones. Si no te gusta la melodía que estás cantando, siempre puedes cantar otra distinta. Piensa que todo el tiempo hay música de fondo. ¿Qué tipo de música has puesto? ¿Una banda de marchas? ¿Elegías? ¿Valses? ¿Melodías alegres? Tienes la posibilidad de elegir qué disco pones en la victrola de tu mente. ¿Qué música de fondo pones? ¿Eliges "Ay de Mí" o "Volvieron los días felices"? ¿Qué eliges una y otra vez? Los discos que pones son importantes. Me gustaría sugerirte que tires los discos viejos. Me gustaría sugerirte que no guardes una colección ni que comiences otra colección. Me gustaría sugerirte que todos los días encuentres un disco nuevo y mejor, y que lo reproduzcas. Sube el volumen. ¿Qué estás escuchando? Afuera hay un montón de canciones hermosas. Tienes muchas opciones. Y lo único que tienes que hacer en cualquier momento es elegir una canción. Eso es todo. Sólo una. Todos los días, la vida te ofrece un ramillete y te pide que elijas una a una las flores. Descubres más sobre ti de acuerdo a las flores que escoges. Seguramente, no elegirás flores marchitas. Y aún así, las flores de los pensamientos que sobrevivieron a su período de utilidad de alguna manera fueron escogidas, y a veces una y otra vez. Me gustaría proponerte que elijas la flor joven y fresca que está delante de ti. ¿Por qué no? Cuesta lo mismo. En realidad, cuesta menos. En realidad, no cuesta nada. Lo único que tienes que hacer es sacar la mano y escoger una flor fresca a la vez. Y mañana se te ofrecerá, otra vez, un ramillete del cual elegir. Puedes elegir flores que nunca antes hayas elegido, quizás nunca antes vistas. Sabes qué, recoge la flor más maravillosa. Extiende la mano y tómala. Elige una flor de un color hermoso, un color que te guste mirar. Elige una esencia que te gusta oler. Elige la flor que, al momento de elegir, sea la más encantadora. Y si todas las flores son supremas, recógelas a todas y préndetelas en la solapa. 
Traducido por: Cecilia R 
Fuente: http://www.senderoespiritual.com/la-msica-que-eliges-las-flores-que-escoges/

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