sábado, 24 de abril de 2010

El origen del tiempo


El Origen del Tiempo, por Steve Rother + El Grupo

Comprender de dónde venimos nos ayuda a entender quiénes somos: pequeños dioses creadores, parte de un todo multidimensional y dinámico, empaquetados en la ilusión de la tridimesionalidad. Aquí una chispa de nuestro origen, por Steve Rother y El Grupo.

“Hubo un punto en la creación del Todo lo Que Es donde la energía fue actualizada. Fue actualizada por primera vez en la línea del tiempo. Cuando la materia se energizó, la llamada Gran Explosión ocurrió en su mundo. Aunque ustedes saben muy poco sobre lo que realmente pasó, fue básicamente una serie de reacciones en cadena que comenzaron siendo muy pequeñas. Con la Gran Explosión comenzó la ilusión de una línea del tiempo con la que ustedes podían trabajar. Permítannos compartir con ustedes la ilustración de una explosión, porque así es como todos la percibieron.

Aunque hayan presenciado el resultado de la explosión, no tienen evidencia de la explosión en sí. En la explosión, todo se dispersó desde ese punto central hacia fuera. Sin embargo, a medida que la energía se impulsaba, chocaba con fuerza contra la materia, de manera que la energía forzó su entrada en cada grieta y en parte de la materia. De hecho, la materia se energizó.

Debido a la fuerza extrema con la que esto ocurrió, ambos se distorsionaron. La materia energizada se torció y comenzó a transformarse, como si hubiera sido expandida hacia una nueva dimensión. Debido a que la energía fue expandida de esta manera, mucho de lo que existe en el Hogar y en la Tierra es diferente; lo que funciona aquí no necesariamente funciona allá. El Hogar tiene una manifestación pura. El Planeta Tierra es la imperfección perfecta de dios, así que fue necesario que su reflejo fuera imperfecto en todos los aspectos.

Bueno, eso le dio un nuevo giro a todo cuando los pequeños dioses comenzaron a sentirse separados o diferentes. Fue casi como si dios hubiera explotado. Cuando la energía se impregnó en la materia, ambos cambiaron de forma y, consecuentemente, se creó la ilusión del tiempo. La explosión resultante llego tan lejos dentro del universo, que pequeños pedazos de dios comenzaron a formarse, creando la ilusión de que eran limitados. Los pedazos de dios comenzaron a jugar con una línea cronológica. Eso expandió y cambió las cosas hasta tal punto que ahora parece como si los pequeños dioses usaran gafas para poder jugar. Todo lo que ven tiene que ser traducido por medio de estas gafas. Aunque vean la perfección del Hogar, no pueden identificarse con ella, tampoco pueden entenderlo plenamente porque están en otra dimensión. Ajustarse a esto fue en parte uno de los retos más grandes para los pequeños dioses. Los dioses también tenían que usar esas gafas para olvidar quiénes eran. También tenían que olvidar la conexión con los demás a su alrededor; se olvidaron que los otros también eran pequeños dioses. Y bien, su reto más grande fue que cada pensamiento que tenían se manifestaba. Cada vez que tenían un pensamiento en su mente, ocurría. Eso llegó a convertirse en un problema porque no les daba ningún margen, puesto que cada pensamiento conllevaba responsabilidad. Es por eso que pusieron un intervalo en sus creaciones, así los pequeños dioses podían seguir el juego de fingir ser humanos”.

Steve Rother + El Grupo por primera vez en Argentina: Seminario “Los 8 Salones Sagrados de la Creación

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